Publicado en AS Geeks, donde colaboro como redactora jefe, el 15 de febrero de 2014.
Tras meses de espera por fin nos llega Left Behind, el DLC que Naughty Dog prometió para complementar la historia de The Last of Us, uno de los mejores juegos (puede que el mejor) que nos trajo la pasada generación de consolas. En él los supervivientes Joel y Ellie, una adolescente de 14 años, cruzarán parte de EE. UU. en una noble cruzada para intentar proveer a la humanidad de una cura contra una especie de virus que convertía a las personas en zombis con tubérculos brotando de sus pieles. Una historia que a pesar de lo trillado de su planteamiento nos presentó una trama y unos personajes con muchas más aristas de lo común en la industria de los videojuegos, elevando el título a la categoría de obra maestra.
Naughty Dog se define y destaca por la calidad de sus productos, y Left Behind no se queda atrás. Este no es un DLC sacacuartos de esos que algunas compañías publican todos los meses a precios desorbitados para la calidad que ofrecen. Left Behind prometió ofrecer la misma calidad de jugabilidad y narrativa que su padre, y lo ha cumplido con creces. Se trata de una precuela del título, un puente entre los cómics American Dreams, que exploraban los inicios de Ellie en el centro de supervivientes de Boston y su amistad con Riley, y The Last of Us. Por tanto, es necesario haber jugado a la campaña para comprender este título. Si no la has jugado, te animo a que lo hagas ahora que está de oferta y que reserves la lectura de este análisis para entonces.
La Ellie que fue y la Ellie que es
Left Behind contrapone dos momentos concretos de la vida de Ellie para señalar su transformación en la dura superviviente que es mientras cruza EE. UU. con Joel. En concreto, se centra entre la transición de dos secciones de la campaña, las de otoño e invierno, sección que protagonizaba ya anteriormente y que todos recordamos por su crudeza: una cría de metro y medio luchando contra los elementos y otras bandas enemigas para mantener a Joel con vida. Aquí se explora esa parte de su vida junto con una excursión que hizo con Riley a un centro comercial, como si fueran dos adolescentes en un mundo normal, dos adolescentes que buscan una pizca de esa cotidianidad que no tienen. Es la historia de cómo una risueña y pícara Ellie pasa a ser una superviviente abrumada por los terribles sucesos que le han ocurrido a ella y a sus seres queridos, aterrorizada ante la perspectiva de perder de nuevo a alguien significativo. Decir que el uso de una parte de la campaña, aunque sea en forma de cutscene, desvirtúa este DLC es no tener ni idea de lo que se está presenciando ni del porqué.
Pero como ya tuvimos ocasión de ver a la Ellie superviviente, Left Behind hace más hincapié en su pasado y en la relación que tenía con Riley, el motor que hizo que Ellie quisiera embarcarse en la aventura con Joel. Así, se nos mostrará su relación de forma lúdica: jugaremos con pistolas de agua, a romper ventanas de coches, e incluso hay espacio para un pequeño homenaje a los videojuegos de recreativa. Todos estos minijuegos, lejos de parecer forzados, nos adentran más en la relación que ambas tenían y que Naughty Dog muestra con valentía, demostrando que es unos de los estudios más progresistas que hay en la actualidad y que los mantras sexistas del marketing (las historias sobre mujeres ni gustan ni venden) son falsos.
La estrategia es clave
Aunque ya hayamos jugado con Ellie en la campaña, la diferencia entre este DLC y el juego principal es el modo que tenemos de enfocar los combates: mientras que con Joel no dudábamos en ser violentos y reventarle el cráneo a un infectado con una barra de hierro, aquí no perdemos de vista que jugamos con una adolescente bajita cuya fuerza es mil veces inferior a la de Joel (aunque no su mala leche), pero no es menos inteligente. Así, usaremos la estrategia y el sigilo en la mayor parte del juego, defendiéndonos con un cuchillo y más tarde, con una pistola y un arco y flechas (de uso preferente para no desvelar nuestra posición). Pero el mecanismo estrella de Left Behind y que nos hubiera gustado que estuviera en la campaña es la forma en la que Ellie consigue que los infectados y otros enemigos humanos se enfrenten entre sí creando trampas y distracciones que atraigan un grupo al otro, y permitiendo a Ellie salir airosa de estas situaciones. Aunque hacia el final la cosa se pone complicada y Ellie tendrá que usar todo su arsenal, algo que sin duda gustará a los más fanáticos del combate descarnado, pero que quizá era algo innecesario en un DLC de este estilo.
Tampoco faltan los puzles en Left Behind, y es que tendremos que darle al coco para buscar salidas y soluciones a los problemas que se nos presenten. Con todo, se nos queda la sensación de haber jugado a una pieza más del juego y no algo creado en dos tardes para sacarnos el dinero, con la misma complejidad y una mejora considerable de las mecánicas de combate. ¿La única pega? El precio: 14,95€ por un DLC de unas tres horas. Ahora bien, soy partidaria de la calidad y no de la cantidad, y este DLC la ofrece con creces, mucho más que juegos de 80 horas que cuestan tres veces más. Por tanto, no podría recomendar más su compra.
Conclusión de The Last of Us: Left Behind
Naughty Dog vuelve a dejar claro que es una de las grandes creadoras de historias y mecánicas con este DLC que nos muestra los orígenes de Ellie y su evolución en una superviviente sin escrúpulos pero con corazón. Uno de los mejores personajes de la historia se merece un juego a la par, y este no decepciona. Enhorabuena, Naughty Dog, por tu integridad.